Menú dietético bajo en sodio y azúcar
El sodio, comúnmente conocido como sal, es un mineral que favorece la salud. Limitar las cantidades de sodio ayudará a evitar futuras complicaciones de la hipertensión, también conocida como tensión arterial alta. La hipertensión puede conllevar otros riesgos para la salud, como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares o insuficiencia renal. El sodio es un regulador del control de los fluidos de las células corporales, lo que significa que la cantidad adecuada de sodio evitará la hinchazón del cuerpo y mantendrá las células funcionando correctamente.
Controlar el sodio en la dieta puede resultar difícil, ya que la sal abunda en muchos alimentos, sobre todo en los procesados o envasados. Sin ningún esfuerzo de conciencia, es fácil superar con creces la cantidad de sodio recomendada en la dieta.
El consenso en EE.UU. para una ingesta moderada de sodio es de 2.400 miligramos/día. Las dietas restringidas a 2.000 mg/día hacen que sea aún más importante incluir tantos alimentos bajos en sal como sea posible. Actualmente, la ingesta media de sodio en EE.UU. es de 5.000 mg, lo que supera con creces las recomendaciones de la CDR.
Como norma general, para seguir una dieta con control de sodio, elija frutas y verduras frescas o congeladas (en lugar de enlatadas), carne, aves y pescado frescos, alimentos con bajo contenido en sodio, no añada sal durante la preparación y evite los alimentos que tengan sal a la vista, como los pretzels o las galletas saladas. Es importante que cada paciente solicite la aprobación de un médico para seguir una dieta controlada en sodio en función de su estado nutricional actual.
Plan de dieta baja en sodio para la hipertensión
La sal es una de las fuentes más comunes de sodio en la dieta, ya que a menudo se añade durante el proceso de cocción o fabricación o como agente conservante. Más del 70% del sodio que consumen los estadounidenses procede de alimentos envasados, preparados y de restaurantes, no del salero (1).
Los riñones regulan la cantidad de sodio que hay en el organismo; si hay demasiado o si tiene complicaciones renales subyacentes, el sodio puede acumularse en la sangre y provocar una cascada de problemas de salud (2,3).
Reducir el consumo de sodio puede resultar difícil al principio, pero no tiene por qué serlo. Empieza por aprender qué alimentos debes comer menos y de cuáles debes abastecerte. Además, cosecharás los beneficios de una dieta más sana.
Estas directrices son aún más estrictas para las personas que siguen una dieta cardíaca o para cualquiera que padezca hipertensión arterial, ya que los expertos recomiendan que necesiten menos de 1.500 mg de sodio al día, lo que se consideraría una dieta baja en sodio (7).
Los estudios sugieren que los pacientes con enfermedad renal crónica también se benefician de un protocolo bajo en sodio, ya que el exceso de sodio en la dieta interfiere en la función renal y afecta al volumen de líquidos, la proteinuria y el tratamiento inmunosupresor (10,11).
Menú de la dieta sin sal
Casi uno de cada dos adultos en Estados Unidos padece hipertensión, el término médico para la tensión arterial alta, y la prevalencia es ligeramente superior si se considera sólo a los hombres. Si usted pertenece a este grupo o padece otros problemas médicos, es muy probable que su médico le recomiende seguir una dieta baja en sodio. Aunque el organismo necesita algo de sodio, ya que es un electrolito importante que interviene en las contracciones musculares, la conducción de los impulsos eléctricos en el corazón y la regulación del equilibrio de líquidos, la dieta típica estadounidense es extremadamente rica en sodio. El exceso de sodio contribuye a la hipertensión arterial y puede sobrecargar el corazón con el tiempo.
Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses recomiendan a los adultos limitar su ingesta diaria de sodio a menos de 2.300 mg al día, lo que equivale a una cucharadita de sal de mesa; sin embargo, el 97% de los varones de entre 19 y 59 años superan la ingesta recomendada para su edad. De hecho, según las investigaciones, los hombres de 19 a 30 años consumen una media de 4.727 mg y los de 31 a 59 años, 4.172 mg de media, lo que supone aproximadamente el doble del límite recomendado.
Plan de comidas de 7 días para una dieta baja en sodio
Casi uno de cada dos adultos en Estados Unidos padece hipertensión, el término médico para la tensión arterial alta, y la prevalencia es ligeramente superior si se considera sólo a los hombres. Si usted pertenece a este grupo o padece otros problemas médicos, es muy probable que su médico le recomiende seguir una dieta baja en sodio. Aunque el organismo necesita algo de sodio, ya que es un electrolito importante que interviene en las contracciones musculares, la conducción de los impulsos eléctricos en el corazón y la regulación del equilibrio de líquidos, la dieta típica estadounidense es extremadamente rica en sodio. El exceso de sodio contribuye a la hipertensión arterial y puede sobrecargar el corazón con el tiempo.
Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses recomiendan a los adultos limitar su ingesta diaria de sodio a menos de 2.300 mg al día, lo que equivale a una cucharadita de sal de mesa; sin embargo, el 97% de los varones de 19 a 59 años superan la ingesta recomendada para su edad. De hecho, según las investigaciones, los hombres de 19 a 30 años consumen una media de 4.727 mg y los de 31 a 59 años, 4.172 mg de media, lo que supone aproximadamente el doble del límite recomendado.